Los lugares de pesca
Hemos indicado en la introducción que la pesca en costa se puede dividir, de acuerdo con el lugar donde se realiza, en:
- Pesca desde playa.
- Pesca desde zonas rocosas.
- Pesca desde obras marítimas.
La pesca desde la playa es indudablemente el lugar donde el lanzado pesado o «surf-cas-ting» se utiliza casi exclusivamente, se trata de enviar un cebo a la mayor distancia posible, más allá de la barra litoral, mediante un plomo que puede llegar a pesar hasta 200 gr., y esperar a que alguna presa se sienta atraída por el mismo. Es interesante conocer la topografía del fondo donde se realiza, puesto que lo más conveniente es efectuarlo en fondos de arena; si los fondos son rocosos, será muy difícil que no se produzcan enganches casi continuos. Pero además de la topografía del fondo es conveniente y oportuno determinar la configuración del mismo, ya que esta característica puede señalar la presencia de peces. Las playas largas y abiertas pueden proporcionar capturas, pero dada su gran extensión, donde todo es liso, todo se parece y nada llama la atención, será más difícil determinar el lugar donde los peces se encuentran. Sin embargo, las playas encerradas entre puntas rocosas o abruptas suelen constituir un lugar de refugio para muchas especies, siendo por tanto más fácil su localización en esos lugares.
Las playas de arena suelen disponer de una pendiente muy reducida, alcanzando las aguas una profundidad acusada a una distancia considerable; durante la marejada, estos fondos son removidos por la fuerza de las olas y las rompientes,
y la arena, acumulada por las olas, crea canales paralelos a la costa; en tanto que otros, perpendiculares a éstos, son excavados por el reflujo. En estas zonas más profundas se depositan restos y pequeños organismos, que atraen a numerosas especies, tras las que aparecen predadores como la lubina, serviolas, rayas y otros.Debe buscar aquellos emplazamientos que presenten fondos irregulares; el fondo de una playa puede ser una sucesión de canales, pozas, pasillos, elevaciones, que cambian radicalmente después de un temporal o de grandes mareas, por lo que la observación de estas configuraciones de forma periódica y durante la marea baja nos servirá para identificar los mejores lugares para enviar nuestros cebos. Debe tener en cuenta que por muy pequeña que sea la profundidad de una pequeña depresión o canal en la arena, será siempre el primer lugar por donde pasará el agua tanto en el flujo como en el reflujo, excavándolo, haciéndolo más profundo y desenterrando los organismos de que los peces se alimentan.
Compruebe, durante la marea baja, las zonas donde las deyecciones de arenícolas son más densas, pues serán desenterrados por las olas durante la subida, ocasionando la presencia de peces en esos lugares.
Piense que la energía de las olas, que pueden cambiar de dirección en función de los vientos que las forman, modifica los fondos, rellenando huecos y creando elevaciones, y es en esta mezcla de agua y arena, en esta deformación casi permanente de la orilla del mar donde el pez busca su alimento. Incluso con mar tranquilo, la ola que remueve la arena,
libera pequeños crustáceos y moluscos, gusanos y pulgas de arena, que constituyen el alimento del pez que intentamos pescar.
Si no ha podido realizar estas observaciones, las rompientes y el color del agua nos pueden servir de ayuda para conocer el perfil del fondo. Rompientes alejadas señalan la presencia de elevaciones, lugares que la mayor parte de los peces evitan, con excepción de algunos predadores como la lubina; y un color más oscuro del agua es indicador de depresiones o pasillos, emplazamientos preferidos por muchas especies en busca de alimento. Cualquier discontinuidad en una rompiente puede indicarnos la presencia de un pasillo profundo. Las zonas de arena próximas a fondos rocosos o las plataformas formadas por rocas diseminadas suelen ser buenos emplazamientos, así como las desembocaduras de pequeños riachuelos sobre cualquier zona de playa y sus zonas de influencia.
Incluso la composición de la arena de una playa puede ser un indicador preciso, sobre todo en primavera y cuando los huevos están en período de eclosión; debe buscar las zonas en que la banda costera está formada por pequeñas piedras, graveras y restos de conchas marinas: son lugares de privilegio para los peces planos, especialmente el rodaballo.
La pesca desde zonas rocosas, con grandes fondos, es una pesca en vertical, o con flotador; no es necesario lanzar nuestro cebo a gran distancia, basta con situarlo en el fondo o cerca del mismo, lugares donde se
puede cebar para atraer a las posibles presas. En estas zonas pueden encontrarse lubinas, lechas y serviolas, a la caza de especies más pequeñas, como mújoles, herreras, dobladas y agujas; doradas y dentones son asimismo habituales en esta franja litoral. Cuando las zonas rocosas son bajas, presentando pozas cubiertas y descubiertas por las mareas, ofrecen una variedad enorme de organismos vivientes: algas,anémonas, cangrejos, pulpos, gusanos, gambas y quisquillas, pulgas de agua, pequeños peces e infinidad de diminutos organismos. Estas zonas, comunicadas por pasillos, sifones y canales con el mar, se pueblan durante la pleamar de múltiples especies, como mújoles, lubinas, sargos, salpas y herreras. La zona que permanece continuamente sumergida acoge en sus grietas y entre las rocas pulpos, congrios, morenas, sargos y corvinas.
Por último, la pesca desde obras marítimas puede encuadrarse dentro de las dos categorías anteriores; en algunos casos, será una pesca al lanzado o simplemente con flotador; y en otros, una pesca en vertical, dependiendo fundamentalmente de las características del lugar. Las aguas que rodean cualquier dique o defensa están densamente pobladas durante todo el año, pudiendo encontrar congrios, anguilas, morenas, sargos, bogas, herreras, salpas y mújoles.
Un saludo y espero que os sirva de ayuda, buena pesca a todos. jamp